Los procesos de fabricación de productos farmacéuticos ameritan condiciones y procedimientos muy precisos para garantizar seguridad y calidad a sus consumidores. Por esta razón, organizaciones como la OMS se encargan de proveer las pautas necesarias y actualizar los lineamientos correspondientes para la optimización de los procesos y elementos implícitos en las Buenas Prácticas de Fabricación.
La Validación de Métodos Microbiológicos representa un papel muy importante en la integridad de los productos ya que es la encargada de descartar los riesgos, analizar los resultados y asegurar la calidad de los procedimientos ejecutados en el laboratorio.